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jueves, 22 de abril de 2021

PANDEMIA ESCOLAR: LOS PROTOCOLOS SON IMPORTANTES…PERO EL ACTO DE APRENDER … INDISPENSABLE.

El coronavirus ha desafiado a los gobiernos poniendo en tensión a los sistemas sanitarios, demostrando que los países que han reconocido al vinculo salud-educación  son los que mejor se han adaptado a la “nueva normalidad” Por lo tanto solo aquellos sistemas educativos que aseguraron la concurrencia  a las  escuelas lograron cuidar  y fortalecer   a los  alumnos y maestros asegurando su  bienestar físico, mental y social    con   experiencias de procesos de enseñanza-aprendizaje que resignificaron  el aula ante una realidad inédita,  

 En la  actualidad parecería ser que las instituciones educativas, preocupadas y ocupadas en


asegurar el cumplimiento de protocolos para el  funcionamiento, estarían olvidando que su esencialidad consiste en el ACTO DE APRENDER.  En este sentido, es importante que equipos directivos y docentes estén atentos a los cuidados sanitarios, pero es imprescindible que cada   encuentro escolar   evidencie   un nuevo aprendizaje.

En nuestra opinión, este es el momento de redireccionar el rumbo y poner el foco en la insustituible tarea educativa. Es necesario que las autoridades educativas propicien la autonomía institucional, y con políticas claras, alienten y acompañen a los equipos directivos a liderar procesos en los que los acuerdos entre alumnos y docentes demuestren qué y cómo se aprende en el contexto de una emergencia sanitaria.  Asimismo, reemplazar el agobio  producido por los miedos, el aislamiento, el exceso de tecnología y burocracia por armonía y certidumbre , puede ser estratégico para que la creatividad y el entusiasmo se apropien   del aula, reconociendo a la pandemia como fuente inagotable de oportunidades de nuevas enseñanzas aprendizajes.

Es momento de confiar en el compromiso de cada comunidad educativa y en su capacidad para realizar alianzas con el entorno, estimulando protagonismos   propios capaces de mejorar y transformar la realidad. Solo con la participación activa de todos en la construcción de propuestas áulicas y proyectos educativos cotidianos se logrará recuperar la virtuosidad de la presencialidad para el logro del conocimiento.

Mónica Lescano

miércoles, 17 de febrero de 2021

Ética para investigadores


Después de la última entrada del blog, estuve en contacto con Roberto Andorno, investigador argentino especialista en Ética de la Universidad de Zürich, a quien le agradezco el material muy valioso que me envió. Andorno pertenece a la Escuela de Derecho y al Instituto de Ética Biomédica de esa universidad, la mayor de Suiza. Dicta dos seminarios cada año para doctorandos de todas las disciplinas sobre Ética para investigadores.

En esos seminarios se pone de relieve que un investigador debe ser ético en el contenido de su investigación (por ejemplo respetar la dignidad de la persona) y en respetar la veracidad en los procedimientos científicos.



El contenido que se discute en las clases es el siguiente: 

       Conceptos éticos básicos que son relevantes para la integridad científica

  • Procedimientos para tratar las denuncias de mala conducta científica
  • Fabricación y falsificación de datos, incluida la manipulación de imágenes.
  • Ética de publicación: que los datos de la investigación sean reales y la autoría también lo sea
  • Conflictos de interés
  • Plagio

Citation stacking

Entre tantos temas de interés que trata Andorno, uno que no conocía  es  el llamado Citation stacking, acuerdos inadecuados entre revistas científicas, para aumentar artificialmente las citas. Por lo general, hay una revista 'donante' (que contiene las citas) y una revista receptora (que recibe las citas). El objetivo es mejorar el índice de impacto de la publicación.

Relativismo cultural vs Universalismo

Lo que se debate en todos los estudios de Ética, en Suiza y en todo el mundo, es la pregunta sobre el fundamento de la Ética. Por un lado, el relativismo que considera que la ética es una pura convención, un producto meramente social o cultural de cada época. Por otro lado, los que sostenemos que hay valores universales que corresponden a nuestra dignidad de personas y que por eso son válidos en todas las culturas, independientemente de que sean así considerados o no en algunas de ellas.

 

jueves, 14 de enero de 2021

Corrupción en las universidades

En junio de 2020 se publicó “Corruption in Higher Education – Global Challenges and

Responses”, -Corrupción en la Educación superior-Desafíos y respuestas globales, libro editado por Elena Denisova-Schmidt, y comentado en el último número de International Higher Education (ver aquí).

Se trata de un problema global, que adquiere distintas dimensiones según los países, y se manifiesta en individuos que buscan sacar ventajas personales a través del plagio o copia, y de las oportunidades para el fraude y la estafa que dejan expuestas las instituciones educativas en sus estructuras organizativas.

Son ampliamente conocidos los episodios en la Argentina de universidades que medran con la cercanía al poder político consiguiendo extraños contratos millonarios, concursos de profesores arreglados para los amigos, investigaciones falsas o repetidas con leves alteraciones, discriminación por motivos ideológicos, abuso de poder para imponer consignas partidarias, publicaciones en journals truchos y todo el resto de acciones corruptas que suceden en las demás organizaciones.

Los estudiantes universitarios y la copia

No es necesario pensar en los grandes delincuentes para tropezar con conductas inmorales. Cada año tengo que renovar esfuerzos para que estudiantes de grado y de postgrado tomen conciencia de la gravedad de copiar textos o ideas, sin mencionar la fuente. Están tan acostumbrados a “cortar y pegar” de Internet, que en muchos casos los alumnos –y también profesores!- han asumido que es un comportamiento normal el plagio.

Es probable que lo vengan haciendo desde el colegio. Por eso es tan urgente que todos los docentes eduquen desde muy temprano a los estudiantes en este punto concreto del fraude que es copiarse. Es una carga más para el profesor, porque tiene que comenzar por comprobar con Google las frases copiadas, que normalmente resultan evidentes por el cambio de estilo y de profundidad de los párrafos. Un alumno al que le señalé en una de las primeras clases del año un párrafo copiado de Internet me contestó: Reconozco que estuve mal en no haber puesto la bibliografía y fuentes que utilicé, pero le aseguro que bajo ningún punto de vista quise hacer propio un pensamiento o elaboración de otra persona ya sea de un compañero o de algún autor. En este caso asumí que actuó de buena fe y solamente pedí que rehiciera el trabajo, pero lo comenté a todo el curso, para que sirviera de aprendizaje.

El procedimiento que me ha resultado útil para cortar este vicio es distribuir a los alumnos unas detalladas instrucciones de cómo se hacen las citas de libros y artículos impresos o que están en Internet. A continuación le pido a cada uno que lea un determinado escrito y responda a un par de preguntas citando el texto. En muchos casos he tenido que pedir que rehagan varias veces la tarea, hasta que aprendan a citar.

Por supuesto que también hay que reducir los incentivos para copiar, pidiendo trabajos en los que tengan que resolver problemas y superar desafíos, que por otra parte son los que resultan atractivos para los millennials. Al finalizar un curso, una alumna escribió: quería agradecerle por cada trabajo que nos dio, eran desafíos. Puedo añadir que también para el profesor es un desafío pensar trabajos que tengan estas características, en lugar de pedir que repitan lo que se dijo en clase o en el libro.

Restaurar la confianza en las universidades

Es mucho lo que se puede y debe hacer para combatir la corrupción en las universidades, porque es una de las últimas instancias para educar ciudadanos honestos. Ni los directivos ni los profesores podemos mirar para el costado cuando advertimos comportamientos inmorales, aunque sea complejo y delicado encauzar la corrección.

Como concluye el artículo mencionado, “Los ciudadanos de naciones en cualquier etapa de desarrollo necesitan tener confianza en las universidades, para proteger la integridad y calidad de sus out puts”, es decir, de su graduados y de su producción intelectual.

 

 

lunes, 16 de noviembre de 2020

La salud de los docentes en el aula: un punto de atención para directivos y docentes

 Por Ariel Vulcano* 

- Desde los años 1970 comienzan a estudiarse las relaciones entre el trabajo docente y diversos 

trastornos de la salud.

 Los cambios sociales y los avances científicos de las últimas décadas se han visto reflejados de alguna manera en la relación educando-docente, tanto por su enriquecimiento como en el aumento de la complejidad de esta relación, la cual se ha amplificado y complejizado con la mayor posibilidad de interacción educando-familia- docente.

 Las enfermedades relacionadas con el ejercicio de la docencia estuvieron casi desde siempre relacionadas con un padecimiento docente por excelencia, los trastornos de la voz, instrumento de trabajo y de comunicación imprescindible.

 Pasaron muchas generaciones desde la ley 1420 (link) del año 1984, que reglamentó la educación en la Argentina; desde el docente “sano”, a la prevención de riesgo laboral en centros educativos y las enfermedades laborales relacionadas.

 Las patologías en docentes


 En las últimas décadas muchas de las patologías prevalentes en la sociedad, como las llamadas psicosociales (estrés, depresión, bunr out, etc) y osteomusculares se ven reflejadas en el aula.

 Con respecto a estas últimas, se pueden considerar relacionadas con la actividad, las consecuencias del tiempo de permanencia de pie y patologías preexistentes, como el pie plano, juanetes, dismetrías de los miembros inferiores (una pierna más corta o más larga que la otra) que pueden traer dolor en la región de los trocánteres, que la persona refiere como dolor de cadera, las contracturas de los músculos para vertebrales en toda la columna. Con el uso del pizarrón, dolores de hombro y de la mano, como la aparición de túnel carpiano.

 Hay un síndrome (conjunto de signos y síntomas) al que se le llama fibromialgia, que presenta dolor generalizado, trastorno del sueño y congoja, que une un poco las llamadas patologías psico sociales y las osteomusculares, que requiere diagnóstico y tratamiento con celeridad.

 Estos ejemplos son para ilustrar someramente que la salud y la calidad docente, a veces dependen de factores modificables con prevención y tratamiento y que deben ser considerados seriamente por los propios docentes, los directivos escolares, los sindicatos y las obras sociales.

 *Ariel Vulcano

Maestro Normal Nacional (1967)
Médico (UNLP), Especialista en Reumatología


martes, 20 de octubre de 2020

La Responsabilidad Social de las Empresas Agropecuarias

 Disfruté hoy la invitación a charlar sobre Responsabilidad Social con directivos y alumnos del

Centro de Formación Rural Saladillo, de la Provincia de Buenos Aires. Se trata de un Instituto Técnico Agropecuario, perteneciente a la Fundación Marzano. 

Por la orientación educativa del Centro, la charla se orientó a un aspecto enormemente actual de la Responsabilidad Social Empresaria, como es todo lo que se refiere a Alimentación y Empresas Agropecuarias.

En este sector es mucho lo que se ha avanzado en el mundo, al menos teóricamente,  para determinar criterios e indicadores aplicables a las empresas agropecuarias. Y no solo teóricamente, porque entre los firmantes del Pacto Global de las Naciones Unidas ya hay 500 empresas del sector, que entregan periódicamente sus reportes de sostenibilidad.

En la Argentina son numerosas las instituciones educativas que tienen la orientación para formar bachilleres y técnicos agropecuarios, además de las muchas universidades que cuentan con las con carreras especializadas en producción y gestión agrícola, ganadera, y de ciencias de la alimentación.

Para estas instituciones puede ser útil que mencione en este blog algunas de las iniciativas internacionales sobre Responsabilidad Social del sector, porque no todas están incorporadas actualmente en los programas de estudio, y son imprescindibles para un país que quiere estar a la vanguardia en la producción de alimentos.





1. En primer lugar hay que tener en cuenta  
el Objetivo nº 12,  entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que señaló la ONU para el 2030, :

OBJETIVO 12: GARANTIZAR MODALIDADES DE CONSUMO Y PRODUCCIÓN SOSTENIBLES (Y 8 METAS)

El objetivo del consumo y la producción sostenibles es hacer más y mejores cosas con menos recursos. Se trata de incrementar las ganancias netas de bienestar de las actividades económicas con menos degradación, menos contaminación y una mejor calidad de vida.
En ese proceso participan diversos actores: empresas, consumidores, encargados de formular políticas, investigadores, científicos, minoristas, medios de comunicación y organismos de cooperación para el desarrollo.

2. La primera meta que indica el ODS nº 12 es apoyar el Marco Decenal de Consumo y Producción Sostenibles 2012-2022 (10YFP, por sus siglas en inglés)

MARCO DECENAL DE CONSUMO Y PRODUCCIÓN SOSTENIBLES (10YFP) 
Programas vigentes

        Información al consumidor
        Estilos de vida sostenibles y educación
        Compras públicas sostenibles
        Edificaciones y construcción sostenibles
        Turismo sostenible, incluyendo ecoturismo
        Sistemas de alimentación sostenibles. 

3. El Programa de Sistemas de alimentación sostenibles del 10YFP consta de:
        42 projectos
        20 documentos
        Áreas de trabajo:
        Creación de entornos propicios para sistemas alimentarios sostenibles
        Aumentar el acceso y fomentar la aplicación de conocimientos, información y herramientas viables para incorporar el CPS en los sistemas alimentarios.
        Sensibilización sobre la necesidad de adoptar patrones de CPS en los sistemas alimentarios
        Fortalecimiento de la colaboración entre las partes interesadas del sistema alimentario para aumentar el desempeño de CPS del sector

4. Pacto Mundial ONU: Principios de Empresas de Alimentos y Agrícolas 


1. LA SEGURIDAD ALIMENTARIA, LA SALUD Y LA NUTRICIÓN COMO OBJETIVOS

2. PRACTICAR LA RESPONSABILIDAD AMBIENTAL
 
3. ASEGURAR LA VIABILIDAD ECONÓMICA Y COMPARTIR VALOR
 
4. RESPETAR LOS DERECHOS HUMANOS, CREAR TRABAJOS DECENTES Y CONTRIBUIR A LA PROSPERIDAD DE LAS COMUNIDADES LOCALES
 
5. FOMENTAR EL BUEN GOBIERNO Y LA RENDICIÓN DE CUENTAS
 
6. PROMOVER EL ACCESO Y LA TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS, HABILIDADES Y TECNOLOGÍA


Estas son algunas de las puertas de entrada para avanzar en la Responsabilidad Social de las Empresas Agropecuarias y de Alimentación. Las instituciones educativas especializadas en este sector, como ya hacen  los Centros de Formación Rural de la Fundación Marzano, pueden contribuir mucho a que se difundan estos principios y las buenas prácticas.

       



lunes, 21 de septiembre de 2020

Gran discurso de un empresario


El director general de Danone, Emmanuel Faber, pronunció unas palabras emotivas (por las referencias personales a su hermano esquizofrénico) y comprometidas (por su apuesta por la justicia social y el liderazgo como servicio) en las que advirtió a los alumnos de la escuela de negocios parisina HEC contra la seducción de la gloria, el dinero y el poder.

Qué buen modo de transmitir la Responsabilidad Social a graduados de una Escuela de Negocios!!

lunes, 31 de agosto de 2020

Una experiencia de educación socioemocional y rendimiento escolar

Transcribo un relato de una psicopedagoga –alumna en un curso universitario de Ética- que documenta las mejoras en el rendimiento escolar de un chico, a partir del avance en el dominio de sus emociones.

También se trata de un caso en que, en lugar de la colaboración escuela-familia, el cuidado del niño se realiza desde Caritas, a pesar de la falta de involucramiento de la escuela y la familia.

Este trabajo se llevó a cabo en el año 2017, en una parroquia de un barrio pobre del conurbano bonaerense. Caritas organiza en la parroquia un merendero, para niños de entre 4 a 15 años de muy escasos recursos. Allí se les brinda apoyo escolar, y comidas en los turnos mañana y tarde. También se los asiste con ropa y calzado. Es oportuno aclarar que la ayuda escolar está a cargo de mujeres del barrio que no son docentes, pero con una escolaridad básica logran ser un buen sostén para el aprendizaje de esos niños.

Yo hice allí dos años de Práctica psicopedagógica con apoyo de las profesoras que me supervisaron para aprobar la materia.

Trabajé con un niño de 10 años que se peleaba continuamente con chicos mayores que él, y que tenía problemas de aprendizaje. La escuela donde iba el niño no permitió el acceso de ningún personal externo, por lo cual no pude hablar con la seño, ni mostrar cómo se estaba trabajando, ni  seguir de manera conjunta.

En la primera entrevista el paciente explica su situación de hacinamiento familiar; tiene varios hermanos, sus padres trabajan todo el dia y él se queda al cuidado de una de sus tías. La familia de la tía vive en la misma casa. En Caritas el niño consigue asegurarse una comida diaria.

Durante todo el año que abarca la práctica no se registra ningún encuentro o entrevista puntual con la familia del niño.

Se pudo organizar un encuentro semanal de una hora con el niño, que permitió implementar

estrategias para trabajar su conducta inapropiada. Así por ejemplo, se le hace entrega de un cuaderno donde manifiesta la valoración del encuentro, más algún otro comentario de índole emocional, realizándolo de manera voluntaria y con entusiasmo.

En el tercer encuentro el niño explica que lo inducen a tomar parte en peleas que él claramente no ha originado. Sin embargo las circunstancias lo señalan como el principal responsable. Se trata de un comportamiento colectivo dentro del grupo de pares, que se repite sistemáticamente. Por ejemplo, le dicen algo agraviante, pues saben que él responde peleándose.

Se comienza a trabajar sobre sus manifestaciones impulsivas y el control de las emociones.

Realiza actividades con el fin de desarrollar mayor confianza en sí mismo; hace carteleras con emociones y semáforo de conducta, para poder implementarlas no solo en el establecimiento sino que se propone como apoyo para llevarlo a la escuela. En la medida de que se apropie de la palabra y pueda expresar sus emociones, descubre que comunicándose tiene mayor posibilidad de que un docente o un adulto comprenda su vivencia. El paciente se compromete así, a mejorar su conducta.  Manifestación de esto es su interés por participar llegando antes de tiempo a cada encuentro, superando dificultades familiares de todo tipo.

Pasando la mitad del año, se observa que el paciente tiene cada vez menos llamados de atención por sus conductas inadecuadas. Sus materias claramente han mejorado en sus calificaciones y ahora se enfoca en realizar actividades en las áreas de matemática y práctica del lenguaje, mostrándose más animado. Un ejemplo de ello es su interés por leer cuentos de ciencia ficción.

Se registra también un avance en la dinámica de la escritura. Según lo observado por la Psicopedagoga, el niño se anima en esta segunda mitad del año a trabajar con una lapicera cuya tinta se puede borrar. Este es un aspecto a destacar, puesto que hasta hace poco tiempo el alumno solo se sentía confiado a realizar sus tareas con un lápiz de grafito.

Como actividad final se propuso hacer un volcán de emociones, ya que él una vez dijo: ¨Cuando me enojo soy como un volcán que estalla y rompe todo¨.

Esto se toma como referencia, para trabajar las emociones y así anticiparse al estallido del volcán. Este trabajo manual es desarrollado con mucho entusiasmo por el niño, con gran ansiedad por verlo terminado. Al punto que ya con el trabajo culminado le comunica a la profesional su deseo de llevarlo a su casa. Esto le permite guardarlo en un lugar especial para tenerlo a su alcance cada vez que quiera registrar una emoción.

Enlazado a esto se observa en el niño la instancia de emociones encontradas al momento de finalizar el año y paralelamente también la profesional termina de realizar su pasantía. Claramente el paciente expresa su deseo de continuar estos encuentros: ¨Seño, el año que viene vas a tener a otros nenes que necesitan ayuda como yo.  Pero si podés, yo me vengo y estamos un rato¨.

En síntesis, el paciente encuentra un espacio concreto, en el cual se lo escucha y valora. A partir de allí se observa su progreso a lo largo del año. Se esmera trabajando y avanza en el dominio de sus emociones y sobre todo se destaca la mejoría en el control de su conducta y en el rendimiento escolar.

Todavía hasta la fecha, conserva al volcán arriba de un mueble de su casa mientras cursa su escuela secundaria.

lunes, 17 de agosto de 2020

CUARENTENA: HIPERACTIVIDAD O REFLEXIÓN

Después de 5 meses de aislamiento en casa, aunque no queramos nos hemos visto obligados a reflexionar: por qué pasa esto? ¿Qué significado tiene para mí esta pandemia mundial que nos muestra vulnerables y corriendo la misma suerte a miles de millones de personas?

En estos días volví a leer algunas páginas de La sociedad del cansancio , libro escrito por

el coreano Byung Chul Han en 2010, sociólogo no creyente que se ha puesto de moda. Hace observaciones interesantes sobre nuestra sociedad. Dice que en la Revolución Industrial los patrones explotaban a los obreros, incluso niños. Hoy en cambio, la persona es autoexplotada, exigiéndose para rendir más en todos los órdenes de la vida: en el trabajo, en la vida social, afectiva, deportiva, en la salud. En todo se aspira a ser exitoso, ese es el objetivo: ser un winner, no un perdedor.

Explica que vivir de este modo lleva muchas veces a la depresión, al síndrome de falta de atención con hiperactividad, al desgaste ocupacional o burn out.

Menciona a Nietsche que escribió que, muerto Dios, se endiosa a la salud. Justo a la salud, cuando la pandemia suscita en muchas personas el terror a perderla.

En 2010 escribía Chul Han que en esta era de sobreexigencia de rendimiento, la computadora y el celular han borrado las diferencias entre el lugar de trabajo y la sala de estar. Otro punto de conexión con la realidad actual, que ha impuesto el teletrabajo.

Es una situación que hace poco comentaba una profesora de psicología de la universidad Austral. Decía que estábamos todos trabajando a mil, cuando sobrevino un parate inesperado con la cuarentena. Muchos siguieron intentando mantener la misma velocidad en las nuevas circunstancias: gente que reordenó su casa cinco veces, que se conectó a todos los cursos on line que encontró, etc. Otros supieron aprovechar la cuarentena para bajar un cambio, y tener tiempo para la reflexión.

¿Hay que trabajar menos o trabajar de otro modo?

¿De qué se trata entonces, de no trabajar tanto, de dejarse llevar por la pereza? ¿O es que hay que cambiar el modo en que trabajamos? ¿Qué reflexión positiva va calando en mi espíritu después de estos meses de  pandemia? ¿Me ha servido para ver más claramente para qué estoy en este momento de la historia, cuál es mi misión?

La respuesta me parece que tiene que ver con trabajar de otro modo, con otros objetivos. Trabajar no por el éxito, no por el narcisismo de ser admirado, sino para amar y servir a Dios y a los demás, como decía el antiguo catecismo. Tenemos que saber encontrar la manera de trabajar y vivir intensamente, pero con la felicidad de estar amando y sirviendo. Un modo de vivir que nos hace felices, y que evita esas enfermedades contemporáneas de la depresión, la hiperactividad y el desgaste laboral.

Para los que son creyentes transcribo unas palabras del Papa Francisco, que nos trasladan a una  dimensión trascendente. Se trata, de «mirar a Dios, pero sobre todo [de] sentirse mirado por Él». Parece sencillo: dejarse mirar, simplemente ser en la presencia de Dios… pero lo cierto es que nos cuesta terriblemente en un mundo hiperactivo y saturado de estímulos como el nuestro.

Para creyentes o no creyentes, parece un buen momento éste para conseguir un poco de ese silencio interior, en el que nos encontramos con nosotros mismos tal como somos. En ese silencio es posible que maduren las aspiraciones latentes y decanten los cambios que necesitamos para poder vivir con más felicidad y alegría, porque lo que buscamos es amar y servir.

 

viernes, 31 de julio de 2020

Capital social: crear un clima de confianza en las relaciones entre las personas

En la entrada anterior me referí a los 5 capitales que requiere el Desarrollo Sostenible de 

una sociedad. Entre ellos ocupa un lugar importante el Capital social, con sus componentes de clima de confianza, capacidad de asociatividad, conciencia cívica y valores éticos.

Cuando Sen y Kliksberg se preguntan cómo se construye capital social, responden muy escuetamente: con cultura y educación. (Sen y Kliksberg, 2010 p. 266).

Qué podemos hacer desde las instituciones educativas para construir capital social en nuestras comunidades de aprendizaje, que por cierto están compuestas por cientos y miles de personas en cada escuela. Bien empleada, la fuerza multiplicadora de cada institución educativa es enorme y su influjo se nota en la sociedad local.

Analicemos brevemente cada uno de los componentes del capital social.

1) Crear un clima de confianza en las relaciones de las personas entre sí y con sus dirigentes

En cualquier organización el clima de confianza se construye principalmente cuando las personas tienen un comportamiento ético continuado. Es una responsabilidad que recae sobre todo en los directivos, porque es más esperable que los dirigidos se adapten a las conductas de los que marcan la cultura de la organización, y no al revés. Los alumnos, los padres, los auxiliares, empleados y los restantes stakeholders miran a los directores y docentes, para saber si siempre dicen la verdad o la acomodan a sus necesidades personales, para comprobar si son justos o favorecen a sus amigos, para estar seguros de que siempre se adelantan a servir a los demás, a tratar con respeto y afecto a todos y en especial a los más débiles, a no manipular a las personas, a no usar en provecho propio de los bienes y las instalaciones comunes.

Los directivos se ganan la confianza de los subordinados con su conducta recta, a medida que transcurre el tiempo. Y esa confianza se pierde ante la primer muestra de actuación inmoral, una mentira o una injusticia, por ejemplo. 

En definitiva: el equipo directivo y muy especialmente el director debe 1)  lograr coherencia entre lo que dice y hace, 2) Sus acciones deben demostrar siempre mayores esfuerzos respecto a lo que solicita a su comunidad educativa y 3) Debe “ predicar con el ejemplo”

Una cualidad que hoy se valora sobremanera es la transparencia y la rendición de cuentas. Aunque no dispongo de la cita, recuerdo que Peter Drucker, el teórico de la empresa moderna, dijo que bastantes décadas atrás el éxito en las organizaciones dependía en buena parte del secreto –de sus fórmulas, de lo que ganaban los ejecutivos, de su estrategia, etc.-, pero que ahora el éxito depende de la transparencia. Si algo no se da a conocer puede resultar sospechoso. En la escuela los miembros de esa comunidad quieren saber qué planes hay, los motivos por los que se hacen unas obras y no otras, los criterios de evaluación, las razones por las que se otorgan licencias, en qué se invirtieron unos recursos de la Cooperadora escolar, etc. Hay que saber distinguir, por supuesto, lo que cada persona tiene derecho a saber, de lo que serían pretensiones ilegítimas, como aquellas cuestiones que están protegidas por la confidencialidad debida.

Puede haber en la comunidad educativa malos comportamientos –que provocan estallidos- entre pares, sean docentes, alumnos, empleados o padres. A veces se trata de pequeños robos, bullying, difamaciones o calumnias en un grupo de chat, etc., que socavan la confianza. En lugar de disfrutar la convivencia  se puede crear un clima de sospecha y desconfianza, que a menudo desemboca en divisiones y grupos enfrentados. Pienso que los directivos tienen que actuar con rapidez, para evitar que ese mal clima se propague, y la prudencia y la experiencia de gobierno indicarán los medios adecuados. Por ejemplo, antes de tomar una decisión, se podría preguntar a los alumnos qué sanción merecen los compañeros que se copiaron en un examen. O se puede crear un comité de ética, involucrando a los miembros de la escuela, para resolver conflictos. Siempre será recomendable apelar a la responsabilidad y solidaridad, para que cada uno sienta que puede contribuir al buen ambiente. Y recoger las buenas soluciones en un código de convivencia y de buenas prácticas.

Fortalecer la confianza significa profundizar acciones de transparencia y de  buena convivencia, que se facilitan también a través de una comunicación institucional  ( (formal e informal ) acordada ,     con  lenguaje común,   de tal forma que la línea de partida, y la hoja de ruta  resulten sencillas y precisas para llegar a destino.

Lo que me parece claro es que construir un clima de confianza requiere atención y proactividad por parte de los directivos, en este país muy especialmente.

No olvidemos que el clima de confianza es la base para que haya deseos de cooperar en la organización, en lugar de buscar cada uno su  propio beneficio.

Compruebo que este primer componente del Capital social –el clima de confianza- está muy relacionado con los valores éticos, que es el cuarto de los que enumeran Sen y Kliksberg, así que hemos adelantado en su consideración. 

Como me he extendido, seguiré con las otras características del capital social en la próxima entrada.

·         Amartya Sen y Bernardo Kliksberg, Primero la Gente, Ed. Temas, 8ª edición, Buenos Aires, 2010.


viernes, 24 de julio de 2020

Los 5 capitales del Desarrollo Sostenible

El Desarrollo Sostenible (DS) tiene tres componentes: el desarrollo humano y social, el desarrollo económico y el cuidado medioambiental. Es una descripción comúnmente aceptada, que supera ampliamente la concepción economicista que todavía está presente en muchos ambientes académicos y empresariales, y que se focaliza en medir el producto bruto per capita.

¿Cómo evaluaríamos el nivel de desarrollo sostenible de un determinado territorio? Observando los 3 componentes con adecuados indicadores.

Hay otro modo similar de evaluar el DS, que me parece conceptualmente un poco más significativo, y por eso lo utilizo en proyectos de campo y en mis clases, desde hace 12 años.  Se trata de analizar el DS desde el punto de vista de los 5 capitales, "el capital natural constituido por la dotación de recursos naturales, el capital construido por la sociedad, como las infraestructuras, la tecnología, el capital financiero, el comercial, y otros, el capital humano integrado por los niveles de salud y educación de la población, y el capital social" (Sen y Kliksberg, 2010, p. 263). A estos cuatro capitales nos ha parecido conveniente agregar el capital institucional, que se refiere a la solidez de las instituciones: en primer lugar las instituciones políticas de todos los niveles, la justicia, la policía, etc.

Sen y Kliksberg describen el capital social con bastante detalle, por tratarse de un  concepto más complejo que los restantes. Explican que el capital social está constituido por el clima de confianza en las relaciones entre personas y con sus dirigentes. En segundo lugar es la capacidad de asociatividad de una sociedad, para sumarse en proyectos comunes, pequeños o grandes. El tercer elemento es la conciencia civica, que podríamos llamar ciudadanía, y que se manifiesta en el cuidado por lo público, en el cumplimiento de las leyes y en la participación en las cuestiones de interés común. La cuarta dimensión son los valores éticos predominantes en una sociedad, que tienen un peso principal en los procesos de desarrollo sostenible. Transcribo otro párrafo del libro que estoy citando: "Si los empresarios y profesionales están a favor de invertir en el país, del progreso tecnológico genuino, de pagar los impuestos, del crecimiento compartido, ello será de alta positividad. Si en cambio están a favor de maximizar el lucro inmediato, de aprovecharse de cada oportunidad para corromper a todo funcionario público corruptible, de extraer todo lo posible del país para enviarlo al exterior a un paraíso fiscal, es otra cosa.(...) La incidencia de los valores éticos predominantes puede ser decisiva a favor o en contra del progreso económico y social" (Sen y Kliksberg, 2010, p. 265).

Me parece claro que en el capital social y en el capital institucional están las claves de las dificultades que encontramos en América Latina para el desarrollo sostenible. Economistas que conocen bien a la Argentina, como Stefano Zamagni,  han señalado a la falta de capital social como el principal problema de este país.
Todas las organizaciones -también las educativas- que quieren contribuir al desarrollo sostenible de su entorno, pueden poner especial atención a que sus proyectos agreguen valor a los 5 capitales. En mi experiencia, con un poco de creatividad, se puede desde esta mirada enriquecer mucho todo tipo de proyectos.  

Sen Amartya y Kliksberg Bernardo, Primero la Gente, Temas, 8ª edición, Buenos Aires 2010.