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Social Educational Responsibility: school structure and culture. Collegiality
La RSEd impregna de una visión ética a la organización escolar, porque ésta se hace responsable de los impactos que produce en los públicos interesados y promueve el bien común de todos.
La RSEd impregna de una visión ética a la organización escolar, porque ésta se hace responsable de los impactos que produce en los públicos interesados y promueve el bien común de todos.
Es
pertinente entonces preguntarnos cuál es la estructura y la cultura
organizacional más apropiada para desarrollar y practicar la RSEd.
Por mi
parte descartaría la perspectiva crítica que se propone profundizar los
conflictos en la escuela, como modo de configurar “la realidad organizativa de
los centros educativos, en la
que son conceptos básicos el poder, los intereses, las políticas de actuación,
las luchas ideológicas y científicas, etc.” (Xesús R. Jares, El lugar del conflicto en la organización
escolar, Revista Iberoamericana de Educación, Número 15, Septiembre -
Diciembre 1997) . En mi opinión, esta consideración positiva del conflicto es
una visión
ideológica, que abreva en la dialéctica de la lucha de clases, y que es nociva
para el clima de confianza que debe impregnar el ámbito educativo.
Mi
propuesta es considerar a la organización escolar como comunidad de aprendizaje,
de la que participan no sólo maestros y alumnos, sino todos los stakeholders internos y externos, tal
como venimos explicando en este blog.
A esta
noción de comunidad educativa correspondería la colegialidad, como estructura y como cultura, cuestión que hemos planteado en otros trabajos que están
publicados (Por ejemplo, Carlos
Pujadas y Julio
C. Durand, El concepto
ampliado de colegialidad: alcance y posibilidades, Fundamentos en Humanidades,
Universidad Nacional de San Luis, Año III- N° 1-2 (5-6/2002) / pp. 57- 68).
La estructura colegial sería el sistema por el que
todos los stakeholders son tenidos en
cuenta y participan en las decisiones, según las funciones que cumplen en la
comunidad educativa. Y la cultura colegial
como cultura de la organización, está caracterizada por la confianza entre sus
miembros, que los motiva para moverse por un interés común, que busca el bien
de la institución y de todos sus integrantes a través del trabajo colaborativo,
en equipo y en red.
Lo que hemos expuesto en estas líneas es una síntesis de un
tema muy amplio y rico y poco estudiado en la bibliografía escolar[1].
Y nos parece importante, porque introduce la cuestión de la colegialidad como elemento
distintivo, complemento coherente y apropiado para la institución educativa que
quiere ser socialmente responsable. Por
supuesto que reconocemos que estamos sumando conceptos que pueden resultar
excesivamente novedosos para nuestras prácticas escolares habituales. Pero entiendo
que la renovación que requiere la avejentada institución escolar pasa por este
tipo de planteos desafiantes para el modo de concebirla.
[1] Un trabajo reciente, interesante pero limitado
a la colegialidad docente es el de Jesús Jornet, Carmen
Carmona y Margarita Bakieva: Hacia una Definición del
Constructo de Colegialidad Docente: Estrategias Metodológicas de Evaluación ,
RIIE 2012 - Volumen 5, Número 1 (e)
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