Pensemos en el primer stakeholder del colegio: el conjunto de los alumnos. Tienen
unas necesidades educativas genéricas,
que están descritas en los
libros de Teoría de la educación y en los manuales de
Psicología evolutiva. Hay que considerar además, las necesidades educativas
específicas de los alumnos de carne y hueso que concurren a cada colegio, y que difieren
por su contexto cultural, familiar, social y geográfico. Esto lo saben bien los
buenos maestros, que acompañan adecuadamente el desarrollo de cada alumno.
También lo deberían saber los colegios que se toman en serio la educación
personalizada.
Sugiero que en la formación de estos maestros se
utilice mucho la buena literatura. Una novela adecuada es un complemento que enriquece la capacitación
basada en manuales y en prácticas.
Acabo de leer El
guardián entre el centeno, de J.D.Salinger, una novela muy representativa
de la literatura norteamericana de posguerra. La recomiendo para aprender a
analizar los stakeholders de un
colegio, en especial, sus alumnos. En una amenísima narración, Salinger deja al
descubierto las íntimas necesidades educativas de un adolescente, que van mucho
más allá de lo que suelen ofrecer los colegios, a través de su formación de
estilo masivo, informativo y lejano.
Espero que este breve resumen los anime a su lectura.
Salinger,
Jérôme David, El guardián entre el centeno (The
Catcher in the Rye, 1951),
EDHASA 2007, Buenos Aires.
En un largo monólogo, Holden, de 16 años, cuenta lo
que le ocurre durante tres días en Nueva York, cuando lo acaban de echar de un
nuevo colegio. Va quedando muy bien retratado el adolescente de todos los
tiempos, con su lenguaje escaso de matices, oscilando entre comportamientos de
adulto y de niño, entre la seguridad y el desconcierto, intentando descubrir y
experimentarlo todo. El personaje es querible, causa gracia pero da pena verlo
tan desvalido: los padres y maestros aparecen muy lejanos del mundo de Holden,
los amigos no lo son de verdad. Y para colmo, sus buenos sentimientos están
desprovistos de ideales, virtudes y certezas en los que apoyarse.
Así queda de manifiesto en la escena que presta el
título a la novela:
-“¿Sabes los que me gustaría ser de verdad si
pudiera elegir?” le pregunta a su hermana de 10 años.
-“Qué?
-Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando
en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay
nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo
consiste en evitar que los niños se caigan a él. En cuanto empiezan a correr
sin mirar adónde van, yo salgo y los agarro. Eso es lo que me gustaría hacer
todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá
una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una
locura.”
Una idea más me viene a la cabeza, muy a cuento de
este blog, y tiene que ver con el ámbito
en el que los colegios desarrollan su actividad educativa. Se trata del
contraste tan grande del mundo colegial, encerrado, artificial y aislado, con
respecto al mundo exterior, pleno de realidades vitales en el que Holden se
sumerge durante tres días en Nueva York. No está preparado y va a los tumbos,
recibiendo golpes no solo metafóricos.
Apuesto a que en un colegio socialmente responsable, la interacción con todos los
actores y las realidades de la comunidad local puede superar las limitaciones
de ese ámbito encapsulado en el que se desarrolla la educación escolar de
nuestros días. Definitivamente, no creo que la burbuja sea el mejor escenario
para que hoy se formen buenos ciudadanos.
Buenos dias:
ResponderEliminarMuy interesante la propuesta. Hay algún link donde se pueda descargar?
Saludos desde Colombia
No me fijé en google, pero es un libro del que se han vendido sesenta millones de ejemplares, así que lo podrás encontrar en cualquier buena librería de Colombia. Gracias y saludos!
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