Así se llama el libro
que Patricia Debeljuh
presentará el 7 de marzo a las 18.30 en la Biblioteca Nacional de
Buenos Aires.
La autora reflexiona
sobre la forma de cambiar el paradigma de roles, en el que hombre es proveedor
del sostenimiento económico y la mujer dedicada a las tareas del hogar, hacia
uno de complementariedad. Para eso, hombres y mujeres se enfrentan al desafío
de conciliar trabajo y familia. Los
directivos de las escuelas no pueden mantenerse al margen de una cuestión que
afecta a todas las personas que trabajan en la institución.
Desde San Juan nos
escribe Belén Vera
para relatar una actividad dirigida a los empleados de la Universidad Católica
de Cuyo, para ayudarles a conseguir la conciliación entre la familia y el
trabajo.
“Desde
el Área de Conciliación Familia-Trabajo del Instituto de Desarrollo Sostenible
(Instituto fundado por Carlos
Pujadas durante su residencia en la Provincia de San Juan),
organizamos un espacio de encuentro y reflexión para todo el personal de la
Universidad Católica de Cuyo: autoridades, personal docente y no docente,
administrativos, siendo su temática “A ser padre se aprende: la importancia del
rol paterno en la familia y en la sociedad”
La
misma estuvo a cargo del Lic. Adrián
Dall Asta, Miembro Fundador y actual Director Ejecutivo de la Fundación “Proyecto Padres”, quien a
través de conferencias por todo el país, busca despertar la conciencia en los
padres de la necesidad de su protagonismo en la educación de sus hijos y en
nuestra sociedad en general.
Desde
el inicio, la organización de dicho encuentro fue un desafío muy motivador ya
que la propuesta fue que el mismo estuviera destinado ¡solo a varones!, aunque con
la promesa de cumplir a la brevedad posible, con un encuentro destinado solo a
las mujeres.
El
propósito era generar un ámbito de confianza en el que los hombres,
encontrándose con sus pares, pudieran compartir experiencias y consultar sobre
toda duda que el ejercicio de su rol paterno les genera en el día a día.
Con una
concurrencia de 70 varones, la evaluación de los asistentes fue excelente. El
mayor reconocimiento se lo llevó Adrián Dall Asta quien de modo claro, ameno y
realista compartió con los presente temas como: rol paterno y rol materno: complementariedad. Desarrollo de una
personalidad sana en los hijos. Como conciliar familia-trabajo.
Puedo
asegurar que dicho encuentro fue una brisa fresca para los empleados de la
Universidad. A veces no hacen falta grandes estructuras, para hacer sentir a
una persona importante para la Institución…bastó con pensar qué necesitaban en
su vida personal y con un poco de recursos organizar algo que no sólo les hizo
bien a los que participaron, sino a su familia en general.-
Copio a continuación parte de lo que Adrián
Dall Asta comentó esa tarde”
A SER
PADRE SE APRENDE
Adrián Dall Asta
“Es
evidente que una cosa es la posibilidad de tener un hijo (progenitor) y otra
muy distinta es la de cumplir con su rol (función paterna). Por eso es preciso analizar
algunos aspectos muy importantes de la complementariedad que requiere la tarea
educativa filial,
en pos de futuros hombres y mujeres de bien para nuestra
sociedad. El padre introduce al niño en el mundo real, cortando la relación
simbiótica con la madre. Esta tarea que a priori suena poco gratificante, es
vital para que cada uno recupere su lugar. Cuando la mujer se ve beneficiada
por este involucramiento del padre, recupera también ella su lugar de madre,
pero especialmente su lugar de mujer, volviendo a ser ella misma y permitiendo
que el niño sea él mismo. Si el varón no interviniera en este aspecto, la
fuerza del vínculo es tan potente en orden a la subsistencia, que ambos
seguirían siendo uno y eso no les dejaría el lugar que cada uno tiene que
ocupar”
“La
presencia del padre da al hijo seguridad en sí mismo y, por lo tanto, le
permite desarrollar habilidades para el aprendizaje. El padre de alguna manera
es “quien abre la puerta al mundo”. La madre prepara el terreno, pero es el
padre quien lleva al niño hacia el exterior. En este sentido la participación
del padre en las tareas escolares es clave, es un lugar muy importante y
garantiza un mayor compromiso y éxito de los chicos en el estudio. Cuando
decimos involucrarse, implica no sólo ocuparse de supervisar las tareas, sino
también los actos, entrevistas y todo aquello que hace a la vida escolar”
“La
función paterna enmarca al niño en un contexto de vivencia de las propias
limitaciones para poder aceptar los límites externos y así vivir conforme a la
ley (adaptación a las normas). Esto va unido a la capacidad de regular los
impulsos. Uno de los temas de mayor preocupación social en nuestro país y en el
mundo es la inseguridad asociada al delito. En casos de violencia y
delincuencia se comprueba que el impacto de una madre ausente respecto de la
variable de criminalidad es casi nulo, mientras que el riesgo se duplica cuando
ha faltado la figura paterna”.
“El
trabajo de ser padres es una tarea conjunta. Ninguna de las funciones materna y
paterna es excluyente sino complementaria a las del otro. Por eso si bien el
padre y la madre aportan a la educación de los hijos algo propio, cada uno
puede ocupar el rol del otro cuando los niños lo necesiten. Lo importante es
tomar conciencia de la responsabilidad que nos cabe como padres y madres,
enfrentar el desafío de educar a los hijos como un trabajo de los dos, que
requiere dedicar tiempos exclusivos, que lleva a compartir momentos con los
hijos, ya sea a través de la práctica de un deporte, un rato de música u otros
intereses, que acompaña a los hijos a asumir sus responsabilidades desde las
tareas escolares a encargos en la casa, que procura mantener y preservar el
lugar diferencial de padre, madre e hijos y que encuentra también los
necesarios momentos para disfrutar, aprender y planificar, capitalizando
experiencias y renovando las energías para sacar adelante un proyecto que llena
completamente las aspiraciones de todo hombre: la familia”
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