Un profesor uruguayo me animó a explorar un
libro de Daniel Pink (Una nueva mente, Editorial Kantolla, Barcelona, 2007).
Explica que las narraciones son una
herramienta clave del pensamiento, y que “recordamos a través de historias”.
Ahora recordar datos es menos importante,
porque nos consta que todos los datos están en Internet y es muy fácil
encontrarlos.
Pero la mayor parte de lo que conocemos son
historias.
Una narración se compone de datos, situados en un contexto, presentados con emoción. Son tres ingredientes que sólo
necesitan de la destreza narrativa para ser una historia.
Pink lo ilustra con este ejemplo:
-Datos:
la reina murió y el rey murió
-Una
historia: “la reina murió y el rey murió
con el corazón roto”
Una historia puede condensar
información, contexto, emoción, y constituir un aprendizaje significativo.
Es interesante escuchar cómo narramos
nuestra propia historia. Puede ser un relato en el que adquieren sentido
sucesos en apariencia inconexos, y donde
resaltan los hechos gozozos y tristes que nos marcaron. En una persona
emotivamente madura, su narración atenúa las pasiones violentas del pasado,
como la ira, el resentimiento, los agravios recibidos. Se profundiza en la
comprensión de sí mismo y del lugar que se ocupa en el mundo. Toman su
verdadera dimensión acontecimientos que, en su momento, alarmaron o
entusiasmaron, pero el tiempo y la experiencia hacen ver que lo importante
fueron otros hechos. Todo lo bueno y lo malo se matiza y adquiere verdad,
despojado de apariencias. Es sabido que a los hijos y a los nietos les hace
bien escuchar las narraciones bien contadas de la propia familia.
Los educadores deberían ser maestros en el
arte de narrar, para facilitar los aprendizajes de los alumnos, y para que, a
través de las historias aprendan a discernir qué es lo que vale la pena
emprender en la propia vida.
Teniendo en cuenta los destinatarios de
este blog, me parece oportuno señalar que los directivos de colegios deberían saber contar la historia verdadera de su
escuela, con sus domésticas epopeyas, sus héroes, los valores encarnados en
las anécdotas de los actores. Si se sabe contar honestamente la historia del
colegio, se puede afirmar la propia
cultura e identidad institucional y encauzar el sentido de pertenencia de todos los miembros de la comunidad
escolar.
Mi buen amigo educador uruguayo me
recomienda los siguientes sitios para ejercitarse en las narraciones y visitar
festivales de cuentacuentos:
StoryCorps
is an independent nonprofit whose mission is to provide Americans of all
backgrounds and beliefs with the opportunity to record, share, and preserve the
stories of our lives. Since 2003, StoryCorps has collected and archived more
than 45,000 interviews with nearly 90,000 participants. Each conversation is
recorded on a free CD to share
International Story Telling Center is an organization dedicated to inspiring and
empowering people across the world to accomplish goals and make a difference by
discovering, capturing, and sharing their stories
Sobre el libro de Daniel Pink
“Las últimas décadas han
estado dominadas por un determinado tipo de personas con un determinado tipo de
mente –programadores informáticos capaces de fabricar códigos, abogados capaces
de redactar contratos, MBAs capaces de masticar cifras. Pero las llaves del
reino están cambiando de manos. El futuro pertenece a un tipo diferente de
personas con un tipo muy distinto de mentalidad –creadores y empatizadores,
reconocedores de patrones y dadores de sentido. Esta gente –artistas,
inventores, diseñadores, narradores, cuidadores, consoladores, pensadores con
visión global- son quienes van a cosechar las recompensas más generosas de la
sociedad y compartir sus mayores gozos.”
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