Interactividad: Permite desarrollar una multiplicidad de tareas al mismo
tiempo. Riesgo: caer en el llamado multitasking, favoreciendo la dispersión, la
mala gestión del tiempo y la superficialidad.
Sociabilidad: Prolonga las relaciones offline en los medios online. Permite
ampliar las áreas de conocimiento mutuo. Riesgo: la fugacidad y poca
profundidad de los mensajes generados.
Intimidad: Crea espacios de intimidad y privacidad, una gran
oportunidad para el crecimiento personal. Riesgo: una gestión de las redes
cerrada al consejo de sus padres, podría promover el aislamiento del mundo
adulto.
Personalidad: Facilita cómo presentarse en público y sentirse diferente. Riesgo:
inmadurez, amenazas para uno mismo y para los demás.
Información ilimitada: Acceso a fuentes muy diversas, permitiendo encontrar
respuestas. Riesgo: cuando los adolescentes buscan en internet o en las redes
las respuestas a sus dudas o preguntas mas íntimas, en lugar de buscar en los
padres -o personas autorizadas y formadas- la respuesta más adecuada a su edad.
Al final, sólo quedan dos opciones: o aprovechar correctamente estas 5 atracciones, desarrollando así una ciudadanía digital madura, o aprovecharse de las circunstancias, sumergiéndose de modo desenfrenado en la inmadurez personal.
Educar en la ciudadanía digital responsable exige que los protagonistas de la educación de los hijos, los padres, sepan sensibilizar, escuchar y aconsejar adecuadamente a sus hijos. No hay una respuesta única para todos y para siempre. La mejor ayuda para cada adolescente es la respuesta de sus padres. La mejor colaboración de los hijos es enseñar a sus padres.
¿Somos capaces?
¿Es necesario conocer las nuevas tecnologías para educar en la ciudadanía
digital responsable?
no me gusto su articulo propongan mas informacion e imagenes que traten de explicar el tema
ResponderEliminargracias
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