En agosto del 2011 un profesor de la Universidad de Montevideo (Uruguay) recibió un llamado del Decano de la Facultad de Economía de aquella universidad. La razón de la llamada era el interés mostrado por una empresa textil del departamento de Flores de apoyar la Enseñanza Primaria en el departamento donde se encuentra su planta. Éste era al menos su objetivo inicial. La empresa además de colaborar con la educación en su zona de influencia gozaría de los beneficios que establece la ley 18.803 para las donaciones especiales.
Este primer objetivo de ayudar a la Enseñanza Primaria de Flores se traduciría, a corto plazo, en una interesante suma de dinero para material pedagógico para dos escuelas de Trinidad (capital departamental). Pero, dado el interés de la Universidad de Montevideo de captar alumnos para su Magisterio Bilingüe, se planteó la posibilidad de buscar candidatos del departamento interesados en la docencia que pudieran comenzar en la carrera con el apoyo económico de la empresa textil. De este modo, a partir del interés de la empresa por la educación en Flores surgiría otro apoyo pero esta vez a largo plazo, la posibilidad de formar docentes de primer nivel, con el atractivo y la novedad del Magisterio Bilingüe.