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sábado, 10 de enero de 2015

Una posible crisis de la Responsabilidad Social de las Empresas (I)

Antonio Argandoña se ha referido en su blog a una posible crisis en la RSE que se ha
reflejado en las redes especializadas (link) en las últimas semanas.

Siempre he pensado que la RSE no es una moda, sino que responde a la realidad de las organizaciones, que deben ser responsables de sus impactos sobre todos los públicos internos y externos: y esto no va a pasar de moda nunca. Sin embargo, creo que es de interés estar al tanto de la valoración positiva o negativa que se tiene en el mundo sobre la RSE.

Ya que Argandoña es uno de los referentes más respetados en el mundo académico internacional, voy a resumir algunas de sus ideas sobre esta presunta crisis de la RSE.
En primer lugar, dice que sería útil un debate a fondo sobre el concepto de RSE, y necesariamente sobre qué es la empresa. “Porque si uno sostiene que el objetivo de la empresa es la maximización del valor económico para el accionista y otro opina que es la maximización del valor social para todos los stakeholders, ya podemos hablar sobre RS que estaremos definiendo de manera distinta la R, o sea, cuál es o cuáles son las responsabilidades de la empresa –lo que dependerá también de si la definimos como una comunidad de personas, un conjunto de derechos de propiedad, una función de producción o una creación del Estado.”

Los que nos dedicamos a la RS esperamos que produzca un cambio social, pero a veces se la confunde con la financiación de obras buenas. Como dice Argandoña, se convierte a la RSE en “un listado de causas nobles: empleo de personas con discapacidad, defensa de los derechos humanos, cuidado del medio ambiente, promoción de la igualdad, atención a parados jóvenes, a parados mayores, a personas sin vivienda, a enfermos, a ancianos, a niños en situación de pobreza. No hay por qué excluir esas acciones de la RS, pero no podemos esperar de ellas que produzcan la transformación de las empresas y de sus directivos que solemos esperar de la RS. De nuevo, esto puede llevar al malestar.”

Otra posible causa de pesimismo con respecto a la RSE se refiere a equivocar en las motivaciones profundas que deberían impulsar a los empresarios a cambiar sus conductas. No es suficiente para eso con tener una actitud altruista, other-oriented, porque la RSE requiere de un convencimiento ético, y por lo tanto, de un verdadero aprendizaje de virtudes por parte de los directivos. Explica Argandoña que “la RS suele presentarse como una alternativa a la ética, no como una parte de ella: o sea, esperamos resultados que deberían proceder de una transformación moral, pero sin promoverla. Y, en segundo lugar, si esas conductas altruistas se aceptan como fruto de las recomendaciones o presiones sociales, sin una “conversión” motivacional de las personas, parece muy dudoso que produzcan el cambio de cultura organizacional que la RS espera. Con otras palabras: la RS, me parece, debe “transformar” la empresa; el impacto en la sociedad vendrá luego.” 

En relación con las instituciones educativas
Con lo dicho hasta aquí, quisiera dejar claro para los que trabajamos en instituciones educativas, que la responsabilidad social de estas organizaciones requiere asentarse en bases sólidas para no caer luego en desánimos, crisis y pesimismos por la falta de resultados.
Concretamente,
1) en los objetivos de la institución educativa debe estar incluido aportar al bien común de la sociedad, en otras palabras, la  maximización del valor social para todos los stakeholders. Por este motivo, decimos que el primer paso para un Plan de RSEd es incluir la RS en la Misión y Visión de la institución.

2) es conveniente pensar en la institución educativa, sea estatal o privada, como una comunidad de personas.

3) la RSEd no se confunde con un listado de causas nobles a las que se apoya, sino que es un modo de gestionar la institución, de educar y de tomar decisiones.

4) la RSEd consiste en una mirada ética a la organización, y los resultados positivos  deberían proceder de una transformación moral de los actores.


En una próxima entrada continuaremos con esta cuestión.