The Stakeholders Magazine, of Peru , published in its March 2014 a dossier on business and education , including an article of mine (link) . It is encouraging that a publication addressed to the business world devoted many pages to collect testimonials and reviews of the contributions that companies should do to education. Is highlighted in most cases perceived urgency in Peru to improve the quality of education, but it is an observation that we can share in Latin America and in much of the world .
In this article there are good examples of projects and activities carried out by companies. But always about unilateral actions . The school receives support, but not an ally , and that the use is limited. None come to realize that the school is an organization with many opportunities to improve while also contributes to the development of the local environment , assuming social responsibility.
That's the approach I advise , in this article which I reproduce below .
La Revista Stakeholders, de Perú, publica en su número de marzo 2014, un dossier sobre empresas y educación, incluyendo un artículo mío (link ). Es alentador que una publicación dirigida al mundo empresario dedique muchas páginas a recoger testimonios y opiniones sobre los aportes que las empresas deberían hacer a la educación. Se resalta en la mayoría de los casos la urgencia que se percibe en el Perú para mejorar la calidad de la educación, pero es una observación que podemos compartir en toda Latinoamérica y en gran parte del planeta.
La educación de calidad y
para toda la población es necesaria para que haya desarrollo sostenible. Es una
afirmación que se impone universalmente entre los dirigentes sociales. En esta
revista hay buenos ejemplos de proyectos y acciones llevados a cabo por
empresas, individualmente o asociadas incluso con el sector público, y que han
beneficiado a numerosas escuelas. Pero siempre se trata de acciones unilaterales. La escuela recibe ayuda,
pero no es una aliada, y por eso el aprovechamiento es limitado. No se ha caído
en la cuenta de que la escuela es una organización con muchas posibilidades de mejorar
mientras aporta también al desarrollo del entorno local, asumiendo su
responsabilidad social.
Ese es el enfoque que
aconsejo, en el artículo que publica Stakeholders, y que reproduzco a
continuación.
Empresas y escuelas: una asociación necesaria
Pienso que una empresa puede ayudar a mejorar la calidad
educativa de su entorno y del país, si es una empresa excelente y por lo tanto,
socialmente responsable con sus stakeholders internos y externos.
En primer lugar la empresa puede ser una organización que
contribuye a educar a todos sus grupos de interés, en los valores éticos y en las
competencias que la distinguen. El Proyecto Tuning América Latina (ver recuadro) ha mostrado que el
aprendizaje de la mayor parte de las competencias que el mercado laboral
requiere, se realiza en la empresa, no
en las aulas. Por eso, hoy la empresa debería asumir esta dimensión educativa
propia de su accionar.
En segundo lugar, entrando en relación con las escuelas
cercanas, que son un destacado stakeholder de cada empresa. Y por supuesto, si
la escuela tiene responsabilidad social, considera a las empresas de su entorno
local, como importantes stakeholders. La competencia distintiva de la escuela
es educar, enseñar, mientras que la empresa es especialista en capacitar en las competencias del trabajo. ¿Por qué no
pueden aliarse para complementarse y colaborar mutuamente, y de ese modo
enriquecer la cultura de ambas organzaciones?
Algunos campos en los que podría darse esta cooperación:
La escuela puede
ayudar a las empresas, especialmente a las pymes:
-a concretar actividades de voluntariado, que resultan
altamente motivadoras.
-prestar/alquilar sus instalaciones para actividades de
formación y recreación: campos deportivos, aulas, auditorio, material
didáctico.
-capacitaciones in company y clases especiales que puedan
ser útiles para los empleados y sus familias: apoyo escolar, completar la
educación primaria y secundaria, programas culturales, artísticos, informáticos, contables, etc.
La empresa puede
ayudar a la escuela, especialmente en entornos vulnerables:
-colaborar con los maestros y profesores, aportando en las
clases la visión de profesionales, supervisores y operarios.
-actividades de voluntariado para reparar, construir o mejorar
los edificios e instalaciones escolares.
-pasantías y clases especiales para empleados, maestros,
alumnos y sus familias, sobre las competencias para el trabajo.
En conclusión, hay que romper paradigmas: la
empresa debería acercase a las escuelas de su comunidad local para asociarse,
no sólo para ayudar.
Las competencias que se requieren en el trabajo
El Proyecto Tuning, www.tuningal.org relevó 27 competencias
necesarias en la empresa, para el trabajo de los graduados universitarios. Sólo
una se refiere a los conocimientos sobre el área de estudio y la profesión. La
mayor parte de las otras 26 competencias
se adquieren en el trabajo, como las siguientes: Capacidad de aplicar
los conocimientos en la práctica, Capacidad para tomar decisiones, Habilidades
interpersonales, Capacidad para formular y gestionar proyectos, Compromiso con
la calidad, Capacidad para organizar y administrar el tiempo, Capacidad para motivar y conducir hacia metas comunes, etc..
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