conversaciones difíciles
Las reuniones de los padres con los docentes, como es lógico, tienen una doble mirada y no siempre es coincidente. Sin pesimismo, pareciera que son miradas cada vez más divergentes. Y son protagonistas claves de la educación, junto con el alumno/hijo.
Lucía Argibay Molina, poseedora de una intensa experiencia en la práctica de la orientación familiar, aconseja en un artículo de este año (link ) que los docentes y las familias preparen previamente cada reunión, para que sea útil y para que ambas partes se posicionen del mismo lado: a favor del alumno. Para no perder tiempo, "el foco de la entrevista está en el aprendizaje y en las estrategias más útiles para ayudar al alumno a aprender de la manera que le sea más natural"
Hay que tener presente que esta reunión es una conversación, un diálogo de ida y vuelta. Dice Lucía que "la reunión de padres no es sólo una oportunidad para conocer al maestro y cómo será el trabajo del año escolar, sino también para que el maestro conozca al alumno a través de la mirada particular de su familia. Nadie conoce mejor al alumno que su familia. La familia agrega valor en cuanto a las virtudes, necesidades particulares y desafíos del alumno."
Por eso, que el maestro o los padres se coloquen a la defensiva es un error que anula la posibilidad de sumar esfuerzos, y sin embargo, es quizá la dificultad que más se repite en estas ocasiones.
Viene bien leer estos consejos pensados para antes, durante y después de las reuniones.